lunes, 12 de noviembre de 2007

BELLA DE DIA



Fue la película más taquillera de Buñuel y para algunos la mejor. Yo debo confesar que no he visto TODO lo que él hizo, pero hasta ahora me parece imposible e innecesario elegir alguna.

La película está basada en una novelita por la que ni Buñuel apostaba un centavo, pero a cambio de libertad absoluta para dirigirir y con la ayuda de Jean-Claude Carrière para construir el guión, convirtió lo que se llama un "folletín" en una obra maestra del surrealismo.

En realidad el modo de filmar es bastante clásico, pero combina la fantasía y la realidad de manera que con el avance de las secuencias se pierde la frontera entre una y otra. Apela al inconsciente de Séverine (Catherine Deneuve) pero principalmente al del espectador, y mientras nos revela escenas del pasado que llevan a Bella de día hasta el burdel de Mme. Anais, oculta el excitante contenido de la cajita en manos de uno de los clientes.

Necrofilia, masoquismo, prostitución, pero sobre todo una estética increíble en cada cuadro hacen que la oportunidad de volver a verla en una pantalla de cine sea un regalo de La Muestra que no deberíamos rechazar.

SINOPSIS:
Una mujer burguesa (esa clase a la que Buñuel tanto criticó) tiene una vida y un marido tan perfectos que aunque los ama la sumen en un profundo aburrimiento del que suele escapar a través de fantasías masoquistas que la entretienen todo el día.

Casi por casualidad, un amigo de su marido que la acosa constantemente -y a quien ella rechaza con la misma frecuencia- le da la dirección de un prostíbulo donde algunas mujeres refinadas trabajan en sus horas libres. La curiosidad -que como diría Bioy Casares, ilumina el rostro y nubla la inteligencia- la arrastra a una fascinante doble vida en la que sus sueños pueden convertirse en realidad, pero su mundo real también buscará entrometerse con sus fantasías.

FT
BELLE DE JOUR
FRANCIA-ITALIA, 1967.
DIRECTOR: Luis Buñuel.
ACTORES: Catherine Deneuve, Jean Sorel, Michel Piccoli.
DURACIÓN: 101 minutos.

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Preguntando tal vez no llegues a Roma... pero a algún lugar llegarás...

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