martes, 25 de diciembre de 2007

Porque una cosa es una cosa...

... Y otra pretender que uno tenga tiempo para la vida online el fin de semana de Navidad, cuando sólo puedes conectarte para revisar el correo como la buena obsesiva que eres y mandar de manera compulsiva abrazos y besos a los contactos del jai, el maispéis... y tal vez en un futuro los del féisbuc... que me lo estoy pensando...

En fin, el párrafo anterior pretendía justificar la falla en mi intento por escribir todos los días, pero no parece haberlo logrado, o al menos no con mucho éxito.

Como disculpa, podría ofrecer algún texto de mis autores favoritos, pero he pasado gran parte del día leyendo a Almudena Grandes -por supuesto integrante del grupo- y tengo una sensación muy extraña con respecto a ella. Creo que su estilo ha mejorado mucho con el paso de sus libros, vamos, la sintaxis, las imágenes y esas cosas... pero su última novela, El corazón helado, que me ha hecho llorar como pocos libros y está plagado de frases hermosas, hoy me ha parecido cursi... cursi, cursi, CURSI... a veces hasta la náusea, y tal vez se trate de mí y las cosas que me pasan últimamente, pero estas ya no son horas para quejarme con César, el único de mis amigos que ya leyó el libro...

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Preguntando tal vez no llegues a Roma... pero a algún lugar llegarás...

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